“La danza es mucho más que un tutú rosa o un programa de televisión”
Xénia Guirao, una periodista, que intenta comunicar a través de la danza; ha trabajado en el Canal Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y ha colaborado en publicaciones on-line, y en publicaciones especializadas de danza como: la revista Susy Q. Desde 2008 es la responsable de comunicación de la Asociación de Profesionales de Danza de Cataluña y editora de su página web www.dansacat.org.
1.¿Cómo supiste que querías especializarte en danza? ¿Siempre lo tuviste claro?
En realidad siempre supe que quería dedicarme a la danza, desde muy pequeña cuando tomé mis primeras clases de ballet. Hacia los 14 años me interesé por la escritura y más tarde estudié periodismo. Me especialicé en cultura con el objetivo de poder dedicarme a la danza y así unir mis dos pasiones: la danza y la comunicación. Siempre fui muy realista y consciente de que no hay muchos medios especializados.
2.¿Qué formación tiene que tener un periodista que quiera dedicarse a este tema?
Tiene que ser un buen comunicador y tener sensibilidad por la danza y el arte en general. Lo primero lo puedes conseguir en la universidad, estudiando redacción, etc.; lo segundo es algo mucho más personal y que no se enseña en un aula. Además, es importante que el periodista conozca la danza desde los diferentes aspectos, no solamente el escénico, también el de la educación por ejemplo. Pero lo más importante es que vea muchísima danza.
3.¿Es importante comprender y sentir el arte de la danza para poder escribir y comunicar a los demás sobre ello?
Es imprescindible conocer bien de qué hablas, igual que un periodista científico tiene que tener amplios conocimientos de ciencia. Sentir la danza es importante sobre todo a nivel de motivación, pero hay que saber utilizar este “sentir” de una forma correcta porque puede ser un arma de doble filo, especialmente cuando estamos escribiendo una crítica. Desde mi punto de vista hay que hacer una valoración lo más objetiva posible y cuando se tiene mucha implicación emocional hay el riesgo de dejarte llevar por los gustos personales, hay que ir más allá y poder valorar y apreciar cualquier estilo de danza. Conozco críticos que jamás han bailado y que escriben críticas maravillosas, y críticos que han bailado que son poco imparciales, pero no se puede generalizar.
4.También bailas… ¿Cuándo empezaste?
A los tres años tomé mi primera clase de ballet y me encantó. A los 14 iba cada día a clase y llegó el momento de elegir: o la danza o mi colegio y después una carrera universitaria. Me decidí por el periodismo y desde ese momento la danza pasó a ser un hobby que practico de vez en cuando y que me ayuda en muchos aspectos. Conocí nuevos estilos: contemporáneo, claqué, jazz, hip-hop, flamenco,…
5.Colaboras en una de las revistas más importantes de danza en España, Susy Q, ¿es gratificante poder trabajar en lo que te gusta?
Por supuesto. En nuestra sociedad y en un contexto como el actual dedicamos gran parte de nuestra vida al trabajo, es importante que nos guste nuestra profesión. Son pocos los medios de comunicación especializados en danza y la situación de estos, a menudo, es precaria. Es muy gratificante contribuir a que proyectos como éste tiren adelante i cuenten contigo, y aunque la compensación económica suele ser simbólica, la ilusión y la motivación pesan más.
6.¿Cuando y como empezase a trabajar en Susy Q?
Hará 4 años este junio. Siempre había querido escribir en una revista de danza, por entonces había hecho algunas críticas para una web chilena Impulsos.cl, y me decidí a escribirle al director de Susy explicándole mis ganas de poder colaborar en una revista que me parecía muy interesante como lectora. Afortunadamente topé con un gran profesional abierto a mi participación en el proyecto, primero empecé haciendo algunas críticas y después comencé a hacer entrevistas y reportajes. Durante estos años he colaborado regularmente con la revista, siempre combinándolo mi trabajo principal. Creo mucho en esta publicación, guardo todos los ejemplares como un pequeño tesoro hecho con mucho cariño y perseverancia.
7.El término “Susy Q” hace referencia a un paso de Charleston...te gusta este tipo de baile o prefieres ballet, moderno, flamenco… ¿con qué estilo te quedas?
Me interesa la danza en general. Podría decir que con el ballet me inicié y fue el flechazo, pero cuanto más veo, más me interesan otros tipos de danza, más polígama me vuelvo. En realidad, lo que más me gusta no es tanto un estilo de danza concreto sino que lo que estoy viendo me transmita emociones, me haga sentir, me “toque”, que no me deje indiferente. Eso pesa mucho más que la mejor técnica del mundo.
8.¿Has realizado más trabajos relacionados con este tipo de especialización?
Sí, como he comentado durante la carrera hice mis primeras críticas para la web chilena Impulsos. Cl. Fui becaria del Canal Cultura donde cubría temas de danza desde un punto de vista informativo, y colaboradora de La Xarxa de la UAB haciendo crónicas sobre los eventos relacionados con la danza que se desarrollaban en la universidad.
Cuando acabé la carrera empecé a colaborar con Susy Q y trabajé como periodista en una agencia de contenidos económicos y en gabinetes de comunicación de dos editoriales, hasta que en 2008 pasé a ser Responsable de comunicación de la Asociación de Profesionales de la Danza de Cataluña. Fue entonces cuando pude dedicarme plenamente a la danza. En la asociación me ocupo tanto de los contenidos de su web (dansacat.org), como de la comunicación interna con los socios, la externa con los medios de comunicación, la elaboración de materiales corporativos, de monográficos, de libros, etc. También he hecho artículos para el Portal Cultura de la Generalitat, he participado en encuentros como el Mov’s, he hecho ponencias sobre comunicación en cursos organizados por la APdC, etc.
9.¿Cuáles son los puntos necesarios para realizar una buena crítica sobre un espectáculo de danza?
A pesar de ser un género de opinión pienso que hay que intentar ser lo más objetivo posible para y hacer una buena valoración, con criterio; haber visto mucha danza para poder relacionar, comparar, etc.; y observar a los espectadores, al final el crítico es un espectador más pero con criterio.
A nivel de contenido hay una serie de elementos de los que se puede hablar: tipo de danza, calidad interpretativa y en técnica de los bailarines, música, escenografía, vestuario, etc. Desde mi punto de vista hay que contar lo más relevante y describir pero sin ser excesivos.
En cuanto al estilo y al tono, son elecciones muy personales, pero yo huyo de las excesivas metáforas y palabras técnicas porque el objetivo es que quién me lea sepa de qué le estoy hablando.
Por último, creo que es muy importante el respeto hacia el trabajo que se está viendo. Aunque pueda parecer muy obvio, no lo es, he leído auténticas barbaridades en los periódicos y descalificaciones que rozaban el insulto. Una valoración nunca debería ser descalificativa, hay muchas maneras de decir las cosas y de decir que no nos gustan, pero no hay que ser ofensivos. Como periodistas nuestra responsabilidad es dominar el lenguaje y encontrar las palabras que definan aquello que estamos viendo, y saber argumentar esas valoraciones.
10.¿Hay alguna entrevista que hayas realizado a algún bailarín o coreógrafo de la que guardes un especial recuerdo?
De todas aprendes cosas y recuerdas instantes. Destacaría a la pedagoga Elena Garrabou y a la co-fundadora de la Compañía Nats Nus, Claudia Moreso, por abrirme los ojos frente a la necesidad de trabajar con niños y llevar la danza en las escuelas. Su entusiasmo fue gratificantemente contagioso. También la capacidad de Cesc Gelabert de hacer que las palabras bailen y sean poesía; la cercanía y honestidad de Sol Picó, el carisma de Jordi Cortés,…
11.Se dice que la danza es “la cenicienta”, la gran olvidada dentro de las artes escénicas... ¿estás de acuerdo con esta afirmación?
No me gusta la palabra, prefiero decir que es la superviviente, la más universal (no usa la palabra), la más primitiva, etc. En mi opinión la danza ha tirado adelante en condiciones muy precarias gracias a la gran vocación que hay detrás de una profesión tan sacrificada. La danza ha hecho maravillas con muy pocos recursos y la sociedad se ha malacostumbrado. Si puede sobrevivir con tan poco, ¿por qué darle más?, en este sentido el propio sector es responsable.
Para mí la base del problema está en la educación, es la clave, la danza debería estar en las escuelas como está la música o la pintura. De esta forma su valoración sería mucho mayor y se crearía público desde la raíz.
En un contexto como el actual las Administraciones públicas tendrían que apoyar la danza más que nunca y pensar no sólo en programar danza sino en hacer programas pedagógicos y en hacer una buena difusión. Esos son los grandes retos de danza ahora: exhibir, difundir y educar.
El sector, por su parte, también tiene que adaptarse, hacer un esfuerzo por comunicar más y mejor, por tener experiencias con el público antes y después de un espectáculo y así acercarlo y conocerlo. También debería abrirse a otros ámbitos como el pedagógico, el de la salud, el social. La danza además de ser un arte escénico tiene muchos valores y puede ser muy beneficiosa para la sociedad, todos tenemos que tomar consciencia de ello.
12.¿Por qué crees que hay tan pocos periodistas especializados en danza?
Porqué hay pocos medios de comunicación especializados en danza y pocos medios que hablen de danza. Además, la danza no tiene la valoración social que merece por los puntos que he mencionado en respuestas anteriores, y por tanto no son muchos los profesionales que quieren dedicar su vida a ella.
13.En tu opinión, ¿crees que la gente en general simplemente no tiene mucho interés por la danza, o que lo que ocurre es que no hay suficiente información para despertar su interés?
Es un pez que se muerde la cola. La danza sí tiene público pero hay mucho público por descubrir todavía, y muchos teatros por ocupar. Cuando se programa danza y se hace una buena difusión y hay un programa pedagógico detrás, la danza llena teatros. La clave está en la educación, en las escuelas, en la presencia que ésta tiene o en la que no tiene en este caso. A partir de ahí hay que hacer un trabajo pedagógico e intentar que la gente le pierda miedo y se acerque a la danza, que entienda que la danza es mucho más que un tutú rosa o un programa de tv. Es responsabilidad de todos nosotros que esto ocurra, como periodistas y como ciudadanos.
14.¿Compensa a un periodista dedicarse a ese tipo de especialización?
Hacer lo que te gusta compensa. A mí me compensa, pero lógicamente es una elección muy personal, hay quien dice que cuando conviertes tu pasión en tu profesión te has quedado sin pasión. Cierto es que tu visión de la danza cambia.
15.Por último, ¿qué tres cualidades crees que debe tener un periodista para dedicarse al mundo de la danza?
Si me lo permites te diré 4: ser un buen comunicador/a; tener sensibilidad por el arte en general; tener conocimiento de la materia (documentación, contacto con el sector, ver mucha danza); y perseverancia para darle a la danza el lugar que merece en los medios.
1.¿Cómo supiste que querías especializarte en danza? ¿Siempre lo tuviste claro?
En realidad siempre supe que quería dedicarme a la danza, desde muy pequeña cuando tomé mis primeras clases de ballet. Hacia los 14 años me interesé por la escritura y más tarde estudié periodismo. Me especialicé en cultura con el objetivo de poder dedicarme a la danza y así unir mis dos pasiones: la danza y la comunicación. Siempre fui muy realista y consciente de que no hay muchos medios especializados.
2.¿Qué formación tiene que tener un periodista que quiera dedicarse a este tema?
Tiene que ser un buen comunicador y tener sensibilidad por la danza y el arte en general. Lo primero lo puedes conseguir en la universidad, estudiando redacción, etc.; lo segundo es algo mucho más personal y que no se enseña en un aula. Además, es importante que el periodista conozca la danza desde los diferentes aspectos, no solamente el escénico, también el de la educación por ejemplo. Pero lo más importante es que vea muchísima danza.
3.¿Es importante comprender y sentir el arte de la danza para poder escribir y comunicar a los demás sobre ello?
Es imprescindible conocer bien de qué hablas, igual que un periodista científico tiene que tener amplios conocimientos de ciencia. Sentir la danza es importante sobre todo a nivel de motivación, pero hay que saber utilizar este “sentir” de una forma correcta porque puede ser un arma de doble filo, especialmente cuando estamos escribiendo una crítica. Desde mi punto de vista hay que hacer una valoración lo más objetiva posible y cuando se tiene mucha implicación emocional hay el riesgo de dejarte llevar por los gustos personales, hay que ir más allá y poder valorar y apreciar cualquier estilo de danza. Conozco críticos que jamás han bailado y que escriben críticas maravillosas, y críticos que han bailado que son poco imparciales, pero no se puede generalizar.
4.También bailas… ¿Cuándo empezaste?
A los tres años tomé mi primera clase de ballet y me encantó. A los 14 iba cada día a clase y llegó el momento de elegir: o la danza o mi colegio y después una carrera universitaria. Me decidí por el periodismo y desde ese momento la danza pasó a ser un hobby que practico de vez en cuando y que me ayuda en muchos aspectos. Conocí nuevos estilos: contemporáneo, claqué, jazz, hip-hop, flamenco,…
5.Colaboras en una de las revistas más importantes de danza en España, Susy Q, ¿es gratificante poder trabajar en lo que te gusta?
Por supuesto. En nuestra sociedad y en un contexto como el actual dedicamos gran parte de nuestra vida al trabajo, es importante que nos guste nuestra profesión. Son pocos los medios de comunicación especializados en danza y la situación de estos, a menudo, es precaria. Es muy gratificante contribuir a que proyectos como éste tiren adelante i cuenten contigo, y aunque la compensación económica suele ser simbólica, la ilusión y la motivación pesan más.
6.¿Cuando y como empezase a trabajar en Susy Q?
Hará 4 años este junio. Siempre había querido escribir en una revista de danza, por entonces había hecho algunas críticas para una web chilena Impulsos.cl, y me decidí a escribirle al director de Susy explicándole mis ganas de poder colaborar en una revista que me parecía muy interesante como lectora. Afortunadamente topé con un gran profesional abierto a mi participación en el proyecto, primero empecé haciendo algunas críticas y después comencé a hacer entrevistas y reportajes. Durante estos años he colaborado regularmente con la revista, siempre combinándolo mi trabajo principal. Creo mucho en esta publicación, guardo todos los ejemplares como un pequeño tesoro hecho con mucho cariño y perseverancia.
7.El término “Susy Q” hace referencia a un paso de Charleston...te gusta este tipo de baile o prefieres ballet, moderno, flamenco… ¿con qué estilo te quedas?
Me interesa la danza en general. Podría decir que con el ballet me inicié y fue el flechazo, pero cuanto más veo, más me interesan otros tipos de danza, más polígama me vuelvo. En realidad, lo que más me gusta no es tanto un estilo de danza concreto sino que lo que estoy viendo me transmita emociones, me haga sentir, me “toque”, que no me deje indiferente. Eso pesa mucho más que la mejor técnica del mundo.
8.¿Has realizado más trabajos relacionados con este tipo de especialización?
Sí, como he comentado durante la carrera hice mis primeras críticas para la web chilena Impulsos. Cl. Fui becaria del Canal Cultura donde cubría temas de danza desde un punto de vista informativo, y colaboradora de La Xarxa de la UAB haciendo crónicas sobre los eventos relacionados con la danza que se desarrollaban en la universidad.
Cuando acabé la carrera empecé a colaborar con Susy Q y trabajé como periodista en una agencia de contenidos económicos y en gabinetes de comunicación de dos editoriales, hasta que en 2008 pasé a ser Responsable de comunicación de la Asociación de Profesionales de la Danza de Cataluña. Fue entonces cuando pude dedicarme plenamente a la danza. En la asociación me ocupo tanto de los contenidos de su web (dansacat.org), como de la comunicación interna con los socios, la externa con los medios de comunicación, la elaboración de materiales corporativos, de monográficos, de libros, etc. También he hecho artículos para el Portal Cultura de la Generalitat, he participado en encuentros como el Mov’s, he hecho ponencias sobre comunicación en cursos organizados por la APdC, etc.
9.¿Cuáles son los puntos necesarios para realizar una buena crítica sobre un espectáculo de danza?
A pesar de ser un género de opinión pienso que hay que intentar ser lo más objetivo posible para y hacer una buena valoración, con criterio; haber visto mucha danza para poder relacionar, comparar, etc.; y observar a los espectadores, al final el crítico es un espectador más pero con criterio.
A nivel de contenido hay una serie de elementos de los que se puede hablar: tipo de danza, calidad interpretativa y en técnica de los bailarines, música, escenografía, vestuario, etc. Desde mi punto de vista hay que contar lo más relevante y describir pero sin ser excesivos.
En cuanto al estilo y al tono, son elecciones muy personales, pero yo huyo de las excesivas metáforas y palabras técnicas porque el objetivo es que quién me lea sepa de qué le estoy hablando.
Por último, creo que es muy importante el respeto hacia el trabajo que se está viendo. Aunque pueda parecer muy obvio, no lo es, he leído auténticas barbaridades en los periódicos y descalificaciones que rozaban el insulto. Una valoración nunca debería ser descalificativa, hay muchas maneras de decir las cosas y de decir que no nos gustan, pero no hay que ser ofensivos. Como periodistas nuestra responsabilidad es dominar el lenguaje y encontrar las palabras que definan aquello que estamos viendo, y saber argumentar esas valoraciones.
10.¿Hay alguna entrevista que hayas realizado a algún bailarín o coreógrafo de la que guardes un especial recuerdo?
De todas aprendes cosas y recuerdas instantes. Destacaría a la pedagoga Elena Garrabou y a la co-fundadora de la Compañía Nats Nus, Claudia Moreso, por abrirme los ojos frente a la necesidad de trabajar con niños y llevar la danza en las escuelas. Su entusiasmo fue gratificantemente contagioso. También la capacidad de Cesc Gelabert de hacer que las palabras bailen y sean poesía; la cercanía y honestidad de Sol Picó, el carisma de Jordi Cortés,…
11.Se dice que la danza es “la cenicienta”, la gran olvidada dentro de las artes escénicas... ¿estás de acuerdo con esta afirmación?
No me gusta la palabra, prefiero decir que es la superviviente, la más universal (no usa la palabra), la más primitiva, etc. En mi opinión la danza ha tirado adelante en condiciones muy precarias gracias a la gran vocación que hay detrás de una profesión tan sacrificada. La danza ha hecho maravillas con muy pocos recursos y la sociedad se ha malacostumbrado. Si puede sobrevivir con tan poco, ¿por qué darle más?, en este sentido el propio sector es responsable.
Para mí la base del problema está en la educación, es la clave, la danza debería estar en las escuelas como está la música o la pintura. De esta forma su valoración sería mucho mayor y se crearía público desde la raíz.
En un contexto como el actual las Administraciones públicas tendrían que apoyar la danza más que nunca y pensar no sólo en programar danza sino en hacer programas pedagógicos y en hacer una buena difusión. Esos son los grandes retos de danza ahora: exhibir, difundir y educar.
El sector, por su parte, también tiene que adaptarse, hacer un esfuerzo por comunicar más y mejor, por tener experiencias con el público antes y después de un espectáculo y así acercarlo y conocerlo. También debería abrirse a otros ámbitos como el pedagógico, el de la salud, el social. La danza además de ser un arte escénico tiene muchos valores y puede ser muy beneficiosa para la sociedad, todos tenemos que tomar consciencia de ello.
12.¿Por qué crees que hay tan pocos periodistas especializados en danza?
Porqué hay pocos medios de comunicación especializados en danza y pocos medios que hablen de danza. Además, la danza no tiene la valoración social que merece por los puntos que he mencionado en respuestas anteriores, y por tanto no son muchos los profesionales que quieren dedicar su vida a ella.
13.En tu opinión, ¿crees que la gente en general simplemente no tiene mucho interés por la danza, o que lo que ocurre es que no hay suficiente información para despertar su interés?
Es un pez que se muerde la cola. La danza sí tiene público pero hay mucho público por descubrir todavía, y muchos teatros por ocupar. Cuando se programa danza y se hace una buena difusión y hay un programa pedagógico detrás, la danza llena teatros. La clave está en la educación, en las escuelas, en la presencia que ésta tiene o en la que no tiene en este caso. A partir de ahí hay que hacer un trabajo pedagógico e intentar que la gente le pierda miedo y se acerque a la danza, que entienda que la danza es mucho más que un tutú rosa o un programa de tv. Es responsabilidad de todos nosotros que esto ocurra, como periodistas y como ciudadanos.
14.¿Compensa a un periodista dedicarse a ese tipo de especialización?
Hacer lo que te gusta compensa. A mí me compensa, pero lógicamente es una elección muy personal, hay quien dice que cuando conviertes tu pasión en tu profesión te has quedado sin pasión. Cierto es que tu visión de la danza cambia.
15.Por último, ¿qué tres cualidades crees que debe tener un periodista para dedicarse al mundo de la danza?
Si me lo permites te diré 4: ser un buen comunicador/a; tener sensibilidad por el arte en general; tener conocimiento de la materia (documentación, contacto con el sector, ver mucha danza); y perseverancia para darle a la danza el lugar que merece en los medios.
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